El sostenido crecimiento en la matrícula de nuestro Nivel Secundario, una realidad que nos enorgullece y desafía a la vez, ha generado una creciente demanda de espacios áulicos. Actualmente, la infraestructura existente se muestra insuficiente para albergar cómodamente a la totalidad de los alumnos, impactando directamente en la calidad pedagógica y el bienestar de la comunidad educativa. La falta de salones adecuados se traduce en aulas superpobladas y, en ocasiones, en la necesidad de utilizar espacios no diseñados originalmente para la enseñanza, lo que dificulta el desarrollo de actividades y el óptimo aprovechamiento del tiempo escolar.
Ante esta situación, y en pos de garantizar un ambiente de aprendizaje propicio para nuestros estudiantes, se hace imperante la readecuación y optimización de los recursos edilicios disponibles. La propuesta de transformar la sala de plástica, el laboratorio y la biblioteca en tres nuevos salones para el nivel secundario surge como una solución estratégica y necesaria.
Esta iniciativa no solo permitirá descomprimir la actual demanda de aulas, sino que también brindará la posibilidad de organizar los grupos de manera más eficiente, mejorar las condiciones de trabajo tanto para docentes como para alumnos, y ofrecer un espacio de estudio más confortable y funcional. Si bien reconocemos el valor intrínseco de los espacios que se transformarán, la urgencia de atender la necesidad de aulas para el crecimiento sostenido del nivel secundario nos obliga a tomar decisiones que prioricen la continuidad y calidad del proceso educativo de la mayoría de nuestros estudiantes.
La diferencia sera destinada a la colocación del aires.